La seguridad no es un crimen

El Jueves 16 de diciembre, una operación policial a gran escala tuvo lugar en el Estado Español. Catorce viviendas y centros sociales fueron registrados en Barcelona, Sabadell, Manresa, y Madrid. Libros, panfletos y ordenadores fueron requisados y once personas fueron arrestadas y enviadas a la Audiencia Nacional, un jurado especial para casos de “interés nacional”, en Madrid. Se les acusa de incorporación, promoción, gestión y participación de una organización terrorista. Sin embargo, abogadas de la defensa denuncian falta de transparencia, sus clientes han tenido que declarar sin saber de qué se les acusa. “Hablan de terrorismo sin especificar actos criminales concretos, o hechos concretos individuales atribuídos a cada una” [2]. Cuando fue cuestionado por esto, el Juez Bermúdez respondió “No estoy investigando hechos específicos, estoy investigando la organización, y la amenaza que podrían suponer en el futuro” [1]; convirtiendo esto en un caso más de arresto preventivo en apariencia.

Cuatro de las detenidos han sido puestos en libertad, pero siete han sido encarcelados pendientes de juicio. Las razones que ha dado el juez para su detención prolongada incluye la posesión de ciertos libros, “la producción de publicaciones y formas de comunicación”, y el hecho que los defendidos “usan correos con medidas de seguridad extremas, como el servidor de Riseup” [2].

Nosotras rechazamos esta criminalización kafkiana de los movimientos sociales, y la absurda y extrema implicación de que proteger tu propia privacidad en Internet es equivalente a terrorismo.

Riseup, como cualquier proveedor de correo, tiene la obligación de proteger la privacidad de sus usuarias. Muchas de las “medidas de seguridad extremas” usadas por Riseup son buenas prácticas comunes para la seguridad online y son usadas a su vez por proveedores como hotmail, Gmail o Facebook. Sin embargo, a diferencia de estos proveedores, Riseup no está dispuesto a permitir puertas traseras ilegales o vender los datos de sus usuarias a terceras partes.

El informe del Parlamento Europeo sobre el programa de vigilancia de la NSA de EE.UU. Declara que “la privacidad no es un derecho de lujo, sino los cimientos de una sociedad libre y democrática” [3]. Revelaciones recientes sobre el alcance de la violación del derecho a la privacidad de todas por los Estados muestran que todo lo que se pueda espiar, será espiado [4]. Más aún, sabemos que criminalizar a las personas por usar herramientas de privacidad tiene un efecto escalofriante en todo el mundo, y en defensoras de Derechos Humanos, periodistas, y activistas en particular. Renunciar a tu derecho básico a la privacidad por el miedo a ser etiquetada como terrorista es inaceptable.